
Cuando nos encontramos los amigos “en la música”, tras los pertinentes abrazos, besos y saludos, y después de preguntarnos por nuestras respectivas familias, como está mandao, siempre nos hacemos la misma pregunta: “¿qué, cómo andamos de música?” Lo que da paso a ponernos al corriente, desde distintos puntos de vista. Cada uno con sus gustos particulares, aparte de los comunes. Un día de éstos, de hace unos añillos, recibí la esperadísima visita de uno de mis más queridos amigos. Estaba acostumbrado a que le pusiera algo de rock’n’roll, pero esta vez le puse:
Nema vise sunca
Nema vise meseca
Nema tebe, nema mene
Niceg vise, nema joj.
Pokriva nas ratna tama
Pokriva nas tama joj.
A ja se pitam moja draga
Sta ce biti sa nama?
Mesecina, mesecina,
joj, joj, joj, joj
Sunce sija sunce bije,
joj, joj, joj, joj
Sa nebesa, zaproklija
Niko ne zna, niko ne zna
Niko ne zna, niko ne zna
Niko ne zna sta to sija
Los primeros segundos, parecía que no sabía cómo reaccionar. Me puso un par de caras raras, lógicamente. Su rostro fue cambiando a medida que avanzaba la canción. Y se animó. Y alucinó. Es un gran actor, cómico, en toda su extensión. Cuando terminó, me sonrió: “pónmela otra vez, gachón.” Le dije que tuviera cuidado, que enganchaba como la escuchara un par de veces.
Le expliqué quién era
Goran Bregovic. “Me gusta, no es solo un rock’n’roll pero me gusta.”, resumió. Él esperaba que le pusiera alguna novedad de Tom Waits o de Springsteen. Otro día.
"Grábamela", me dijo cuando se despedía.
No hay más sol
No hay una luna más
No sé, no sé
Nada más, nada más.
Cubriendo nuestras tinieblas, guerra
La oscuridad que nos cubre.
Y yo me pregunto, mi querido:
¿Qué pasará con nosotros?
Luz de la luna, luna
oh, oh, oh
El sol está brillando, la media noche se acerca,
oh, oh, oh
Desde arriba, el rayo es rompedor
Nadie sabe, nadie sabe
Nadie sabe, nadie sabe
Nadie sabe qué es lo que es.