sábado, 29 de enero de 2011

Andrew Bird. Cantante, violinista y silbador.


Siempre que hablo y/o discuto con mis amigos jazzeros y blueseros (ellos me llaman popero), resuelvo (a mi favor, je je) diciéndoles lo mismo: la ventaja que tiene el pop es que en él cabe el jazz, el blues, el rock, el flamenco, la música clásica, la ópera… Lo realmente importante es que la música, en cualquier género, se haga con calidad y buen gusto. Sin ataduras ni cortapisas.
Aquí tenemos un magnífico ejemplo, es lo que pasa con Andrew Bird. Con formación académica, en un principio se unió a un grupo de jazz (Squirrel Nut Zippers), haciendo un magnífico trabajo como violinista, pero su verdadera ilusión era contar historias y cantar sus sentimientos. Así, se anima a hacer sus propios discos, para los que aprovecha todas sus influencias y en el que aglutina todos los estilos que le han marcado para expresarse musicalmente, y a pesar de todo, de una manera muy personal.
En cualquiera de sus obras, puedes escuchar a Dylan, a Nina Simone, a Wainwright, a Buckley (padre, hijo y espíritu santo), a Grappelly, a Newman, … Es una mezcla de todos en el que también cabe su amigo Tweedy. Pero al que escuchas y que te atrapa a la primera es Bird, Andrew Bird.



Quería poner algo en ninguna parte y la decisión la he tomado, solo, for sentimental reasons. Estos dos fantásticos temas pertenecen a su cosecha del 2005. Un imaginativo y original álbum con un título que lo dice todo: Andrew Bird y la misteriosa producción de los huevos. Imprescindible y esencia de la música americana actual. Multiinstrumentista, se declara silbador profesional, siendo éste uno de sus recursos preferidos para dotar a sus composiciones de un elemento preciosista, original y efectivo. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina, el violín o los silbidos…?



My skin is
White as parchment
Drier than a downtown office building
Where the air is tight
There's time spent
Resting on her bones
Waiting for the telephone to ring
Ba-ring ba-ring ba-ring . . .
Bo-ring bo-ring bo-ring . . .

My skin is
Cold as her toes on the bathroom floor
Run back to bed and slam the door
Oh what a lovely sound
Oh how it shakes the ground
Oh what a lovely sound
Oh what a lovely sound
Oh what a lovely...

Skin is my
It's the only thing
That doesn't really fly in my land
And love, oh love
Is my love is
It's the only thing that
Butterfly in Thailand

Let it be printed on every t-shirt in this land
On the finest of cottons and the hippest of brands
In bolder letters than the capital I
It's the only thing, it's the only thing
It's the only lonely, whoa

My skin is
White as parchment
Drier than a downtown office building
Where the air is tight
There's time spent
Waiting for that
Macrame bird of prey
To come down and sing
La-ling la-ling la-ling...
Oh what a lovely sound
Oh how it shakes the ground
Oh what a lovely sound
Oh how it shakes the ground
Oh what a lovely sound

Oh what a lovely sound
Oh how it shakes the ground
Oh what a lovely sound
Oh how it shakes the ground
Oh what a lovely sound
Oh, oh what a lovely sound

sábado, 22 de enero de 2011

FLEET FOXES Y EL FRÍO


Ha vuelto el que faltaba. Por desgracia, no me refiero a Freaky (en su amada Irlanda), ni a Ringo (buscando a las musas), ni a Vikingo (con sus ripeos de vinilo), ni al Rey (de reformas en su palacio).
Frío, del latín frigidus, se define como aquel cuerpo que tiene una temperatura inferior a la del ambiente. Es en sí la ausencia de calor, provocado por la falta de combustiones que generan energía y que dan lugar al mismo.
La sensación de frío es algo subjetivo y relativo. En los países tropicales consideran que hace frío cuando los termómetros bajan de los 20 grados. La temperatura más baja que se ha registrado en la Tierra es de -89 grados, en la Antártida. En Neptuno la media es de -200, y la Nebulosa Boomerang es el sitio más frío que se conoce del Universo, con -272.
(Wikipedia)
Menos mal que Huelva está algo retirada. Aunque nuestra temperatura no llegue a esos extremos de los que “disfrutáis” por otras zonas, la sensación es parecida, acentuada por la humedad. Sin embargo, a veces nos da algo de envidia cuando vemos por la tele (y cuando recordamos los dos largos inviernos vividos en Ávila) esos paisajes nevados.
Desde que lo descubrimos, hace un par de años, este tema se nos antoja como la banda sonora ideal para estos días de blanco invierno. Los Fleet Foxes trajeron aire fresco, nunca mejor dicho, al folk. Mientras esperamos, ansiosos, su anunciado nuevo disco, así como su visita a España, para este 2011…



I was following the
I was following the
I was following the
I was following the
I was following the pack
all swallowed in their coats
with scarves of red tied ’round their throats
to keep their little heads
from fallin’ in the snow
And I turned ’round and there you go
And, Michael, you would fall
and turn the white snow red as strawberries
in the summertime…

Yo estaba siguiendo a la
multitud
todos tragados por sus abrigos
con bufandas rojas atadas alrededor de sus gargantas
para resguardar sus cabecitas
de la caída en la nieve
Y me di una vuelta y allí estabas
y, Michael, tú te enamorarías
y convertirías la nieve blanca en roja como las fresas
en el verano…
(Traducción: Nowhere man)
Pd: Aprovecho para dedicárselo a mi hija (14 años), que lo descubrió hace poquito gracias a un anuncio de TVE, y lo tiene en su móvil como aviso de llamada. Cada vez que suena, pienso: “Este tema merece un post”.

lunes, 17 de enero de 2011

La magia de APHRODITE'S CHILD


Aphrodite´s Child fue un extraordinario grupo musical, no lo suficientemente reconocido, formado en Francia en 1968, donde sus componentes tuvieron que exiliarse tras la ocupación del gobierno de su país, Grecia, por un régimen militar. En un principio lo integraban, nada más y nada menos, y ofreciéndonos sus lados más creativos y de mayor calidad que en sus posteriores carreras como solistas, Vangelis Papathanassiou (más tarde uno de los pioneros de la New Age y compositor de numerosas bandas sonoras de éxito para el cine como ”Carros de fuego”), Demis Roussos (cantante que alcanzó gran popularidad con un estilo "algo" distinto) y Loukas Sideras (percusión y voces). A pesar de tener varios trabajos anteriores, fue a partir de la edición de su sublime sencillo “Rain and tears”, adaptación del “Canon en re mayor” del músico alemán Pachelbel (1653-1705), cuando comenzamos a escucharlos en España, tras su impresionante acogida en Francia y otros países europeos.



Pertenecía a un álbum llamado “End of the world”, plagado de grandes canciones de pop psicodélico, rock progresivo y hermosas baladas. “End of the world”, “I want to live” (una versión del clásico “Plaisir’ d’amour” del compositor francés del s. XVIII Jean Paul Egide Martini, y ya perteneciente a su segundo disco de larga duración, “It’s five o’clock”), “Let me love let me live”, “Marie jolie”, “Spring, Summer, Winter and Fall” o “Such a funny night” tuvieron una gran repercusión en nuestro país, donde esperábamos la aparición del siguiente single (no teníamos demasiado dinero en aquella época para los LPs) como agua de mayo. Son de los que nos ponían los pelos de punta. Composiciones plenas de preciosas melodías y de elegante ejecución. Los arreglos de cuerda, los teclados de Vangelis y la voz de Roussos eran incomparables porque aportaron un estilo característico que convertía en clásico su exuberante pop.





En el año 1970 publicaron el que sería su tercer y último álbum, 666, con la incorporación del guitarrista Anargyros Koulouris. Vangelis dio un giro importante a su estilo, orientándolo hacia un rock progresivo más vanguardista, lo cual motivó disputas internas que acabaron con la carrera del grupo. Suponiendo una innovación en cuanto a estructuras, con largos desarrollos con el teclado y con arreglos experimentales y psicodélicos, este álbum conceptual está siendo, muchos años después, objeto de numerosos halagos por parte de la crítica musical especializada, por su avanzado y atrevido contenido, censurado en su país, con colaboración de sus compatiotras Irene Papas y el letrista Costas Ferris. Temas como Break o The Four Horsemen, lo convirtieron en un álbum de culto, por el impresionante despliegue de las capacidades de Vangelis, con cantos corales, recitales y la utilización de los más avanzados sintetizadores y teclados de la época, lo que le supuso, además del reconocimiento de la crítica en general, ser propuesto por parte de Jon Anderson para sustituir en Yes a Rick Wakeman, cuando éste abandonó al grupo en 1974.
Después de la separación, Vangelis y Demis Roussos, como sabéis, tuvieron un inmenso éxito. A veces, han colaborado en respectivos álbumes. Pero nunca ha sido lo mismo, para nosotros. Aquello era magia...
En nuestro país se han publicado varias compilaciones con sus éxitos, no así sus discos originales. Los que no los conozcáis, si tenéis la oportunidad, echadles unas escuchas, que os alegraréis.

lunes, 10 de enero de 2011

Canción: Puente sobre aguas turbulentas. SIMON, GARFUNKEL Y PRESLEY


A mi mujer, por ser como es.

Esta bellísima canción, quizá la preferida de mi querida compañera, estaba basada, rítmicamente, en las ricas armonías del “gospel”, uno de los estilos favoritos de Paul Simon. Editada en 1970, el propio autor reconoció varias veces su inspiración en el clásico “Oh, Mary, don’t you weep”, cantada por los Swan Silvertones (¡qué grandes las versiones de Springsteen o Mike Farris!), a los que, posteriormente invitó a participar en su “Take me to the Mardi Grass”.
En un principio se llamó simplemente Hymn, bastante acertadamente, puesto que para mucha gente se convirtió en un himno a la solidaridad y la comprensión.
La producción es heredera del legendario Muro de Sonido de Phil Spector. El resultado, grandilocuente y épico. El secreto del éxito, el contraste entre el fondo, la profusa instrumentación (con los arreglos de Jimmy Haskell), y la forma, la increíble interpretación (con su angelical voz) de Art Garfunkel.


Un dato curioso sobre esta obra insuperable es que Simon la escribió en una casa en la que, poco antes, se había hospedado George Harrison, en Los Angeles. En la calle Blue Jay Way…
A pesar de haber sido interpretada por más de 200 artistas, una de las mayores satisfacciones que le produjo esta canción fue cuando la escuchó en la voz (¡¡!!) de su gran ídolo, Elvis Presley.


WHEN YOU´RE WEARY,
FEELING SMALL
WHEN TEARS ARE IN YOUR EYES,
I WILL DRY THEM ALL
I´M ON YOUR SIDE.
OH, WHEN TIMES GET ROUGH
AND FRIENDS JUST CAN´T BE FOUND
LIKE A BRIDGE OVER TROUBLED WATER
I WILL LAY ME DOWN
LIKE A BRIDGE OVER TROUBLED WATER
I WILL LAY ME DOWN
WHEN YOU´RE DOWN AND OUT
WHEN YOU´RE ON THE STREET
WHEN EVENING FALLS SO HARD
I WILL COMFORT YOU
I´LL TAKE YOUR PART
WHEN DARKNESS COMES
AND PAIN IS ALL AROUND
LIKE A BRIDGE OVER TROUBLED WATER
I WILL LAY ME DOWN
LIKE A BRIDGE OVER TROUBLED WATER
I WILL LAY ME DOWN
SAIL ON SILVER GIRL,
SAIL ON BY
YOUR TIME HAS COME TO SHINE
ALL YOUR DREAMS ARE ON THEIR WAY
SEE HOW THEY SHINE
IF YOU NEED A FRIEND
I´M SAILING RIGHT BEHIND
LIKE A BRIDGE OVER TROUBLED WATER
I WILL EASE YOUR MIND
LIKE A BRIDGE OVER TROUBLED WATER
I WILL EASE YOUR MIND


CUANDO ESTÉS ABRUMADO
Y TE SIENTAS PEQUEÑO
CUANDO HAYA LÁGRIMAS EN TUS OJOS,
YO LAS SECARÉ TODAS
ESTOY A TU LADO.
CUANDO LAS CIRCUNSTANCIAS SEAN ADVERSAS
Y SIMPLEMENTE NO ENCUENTRES AMIGOS
COMO UN PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
YO ME DESPLEGARÉ
COMO UN PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
YO ME DESPLEGARÉ
CUANDO TE SIENTAS DEPRIMIDO Y EXTRAÑO
CUANDO TE ENCUENTRES PERDIDO
CUANDO LA NOCHE CAIGA SIN PIEDAD
YO TE CONSOLARÉ
YO ESTARÉ A TU LADO
CUANDO LLEGUE LA OSCURIDAD
Y TE ENVUELVAN LAS PENAS
COMO UN PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
YO ME DESPLEGARÉ
COMO UN PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
YO ME DESPLEGARÉ
NAVEGA, CHICA PLATEADA
NAVEGA
HA COMENZADO A BRILLAR TU ESTRELLA
TODOS TUS SUEÑOS SE VERÁN COLMADOS
MIRA CÓMO RESPLANDECEN
SI NECESITAS UN AMIGO,
YO NAVEGO TRAS DE TI
COMO UN PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
ALIVIARÉ TU MENTE
COMO UN PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
ALIVIARÉ TU MENTE.







viernes, 7 de enero de 2011

Eldorado (1974) -Electric Light Orchestra-


Si atendemos a la denominación “rock sinfónico” como un intento de unir rock y música clásica, o lo que es lo mismo, dotar de estructuras clásicas al rock usando instrumentos propios de la música clásica, este disco es un claro exponente de esa intención, que persiguió desde un principio el responsable máximo de la ELO, Jeff Lynne . Para su cuarto disco, Lynne se decidió, en vez de las continuas superposiciones de instrumentos de cuerda en distintas pistas, a emplear una orquesta sinfónica, para lo cual se puso en contacto con el director Louis Clark que, tras la satisfacción que supuso este inmenso y reconocido trabajo, pasó a ser un miembro fijo en sucesivas grabaciones del grupo.
Eldorado fue concebido primero como un cuento donde el habitual recurso de huir de la desagradable civilización nos lleva a buscar nuestros sueños en ese mágico lugar ideal llamado Eldorado (la portada muestra un fotograma de la película El Mago de Oz). Después vino la música, a modo de Sinfonía. Con la idea de confeccionar un álbum conceptual lleno de emociones, Lynne rubricó su obra cumbre, con héroes, heroínas y otros personajes atormentados en busca de sus sueños, como salidos de cuentos medievales.



En esta obra maestra hay magia. Y está en cada una de las bellísimas canciones que se suceden desde la Overtura hasta el Finale. La hermosísima Can’t get it out of my head nos conquista, desde una primera escucha, con su preciosa melodía y su pegadizo estribillo. Boy Blue (héroe de la edad media que regresa a su aldea después de sus conquistas) comienza con una barroca y arrolladora intro de la orquesta para acabar en un medio tempo, con unos arreglos cautivadores, presentes en todos los demás temas.



Laredo Tornado, una despedida como dramática protesta por la proliferación de lo concreto. Poor Boy habla de un orgulloso Robin Hood. El eterno buscador de oro lo encontramos en Mister Kingdom. Nobody’s child , piano y coros magníficos, cuenta la historia de un niño seducido por una señora mayor (a painted lady). Un potente rock’n’roll para que un chico cuente a su psiquiatra sus misteriosas visiones, Illusions en G Major.
Y la cumbre: Eldorado, con un Jeff pletórico , con una interpretación vocal superlativa, y absoluto protagonista, donde habla del triste despertar en la realidad y la ilusión por volver a ese lugar hipnótico, centro de toda su sinfonía. La belleza del drama, la alegría y el júbilo, rock’n’roll, himnos triunfales , desgarros y baladas, todo se puede oir en esta espléndida obra de la Electric Light Orchestra.

martes, 4 de enero de 2011

ZAPPA y otras acepciones de FREAKY


¿Es Zappa un Freaky?
Aprovechándonos de que La Real Academia de la Lengua aún no ha aceptado el término “freaky”, que viene del inglés “freak” (estrafalario, extravagante, extraño), y aunque siempre se ha relacionado con ciertos personajes que pululan por hogares de medio mundo, principalmente en este país, metidos en esas, de nuevo, cajas tontas, todavía estamos a tiempo de dotar a esa palabreja de una acepción diferente. En realidad, también se suele aplicar para individuos interesados en temas extraños o curiosos.



Este recién pasado año, he tenido la oportunidad, me imagino que les habrá pasado a muchos y muchas de los que navegamos por estas casas virtuales pero hogareñas, de conocer a un freaky que no responde al significado que se le otorgó al principio.


Este freaky tiene el don de la ubicuidad. Está en todas y en ninguna parte. En cualquier rinconcito. Siempre tiene palabras, y no se las calla. En su casa, espacio Zen, divaga con una locuacidad exquisitamente arrolladora. Es capaz de relacionar cualquier canción del baúl de Evánder con Turandot, los paisajes sonoros de Eno con Yeats, o a Byron con un amplificador de válvula de Robert Fripp. ¿Cómo, si no, iba yo a conocer a Edgard Varése? Zappa le parece un angelito. Su pasión por la poesía , por la escrita, por la musical y la visual, lo delata. En esto sí que estaría incluido en la acepción que se refiere a aficiones extrañas…
Dinamizador de blogs, con su fabuloso mundo de enlaces. Vas a casa de Txals, allí está el tío, a pesar de la oscuridad. No le da miedo e incluso disfruta, porque se sabe amigo. Tampoco se asusta con el Coco y lo visita. Se anima hasta a realizar zafaris musicales nocturnos. En la casa gigante de Tsi, no se pierde ni se apura, incluso pide más. En la de Bab, el músico poeta y relator, canta y todo; y en Palacio, no se arruga. Las reverencias las convierte en bailes de juglar. Buscando armonías, a casa de Stills. Si necesita viento fresco aunque sea en contra, al cierzo, y si algo de deporte, Atalanta. Aquí se convierte en otro maratón man. Arqueólogo con Vir. Si tiene hambre va a por green beans. Muy correcto sabe estar en casa de Madame. Cuando descubrió los Fiordos de Vikingo, enseguida se enroló como brumete, sin temor a los icebergs. Si necesita un rock’ n ‘roll, sabe dónde buscarlo. Y rockanrolea. En la Tierra del rock, mueve la pelvis como Elvis. Me lo puedo imaginar. Si necesita rock duro, se atreve a llamar a la puerta del forajido. Hasta se adentra en territorios inexplorados por mí y el resto de seres humanos. Vídeos buenos, en casa de Lu, de Benet, de Ringo, de Johnny o de Aldo. Escucha radio nowhere. Fonoteca mod y soul: anca Rodri. Allí, a compartir pasión violeta con Aretha, Gaye o Zimmerman. Y lo siente, seguro que sí. Y le deja parte de su alma al erudito. Cuando está cansado, se sube al autobús de Darío.


Y si alguien se encuentra triste, como estuvimos Ned y yo mismo, lo anima. Cuando quiere echarse unas risas, va con sus trufas de Saboya al piso moderno de Savoy Truffle. Y en el banco de aquella calle perpendicular a Mathew Street, se sienta junto a la solitaria Eleanor para ofrecerle compañía. Y la mima. Y, con su cariño, la lleva a un sitio precioso.
Desde este 2010, Freaky significa persona excelente, extraordinaria, solidaria, que se desvive por los demás, que abre su puerta de par en par y que siempre lo tienes a tu lado cuando lo necesitas. Como Batman. Como Freaky Boy Hood.