lunes, 28 de junio de 2010

La anécdota con Supertramp en 1979,Barcelona

Esta es buena época para conciertos. Normalmente nos lo pasamos de pita madre en casi todos aunque hay algunos, pocos, que se olvidan y sólo te quedan aquellas sensaciones que viviste durante los mismos. Y siempre ,por distintas circunstancias (emociones, calidad, compañías, lugares,...), nos quedamos con los inolvidables. Como tengo que cargar con el estigma de no haber podido ver nunca a los Stones (tuve que regalar 6 entradas VIP, que me había enviado el gran Mariscal Romero para aquella noche de truenos y relámpagos en el Calderón, a seis eternamente, supongo, agradecidos amigos) ni al "Océano" de Minessota, quisiera destacar los de Leonard Cohen en Sevilla, cuando la gira de I´m your man (exquisitez total), el de mi Ringo en Lisboa (con Jack Bruce, Peter Frampton, Simon Phillips y la maravillosa interpretación de A whiter shade of Pale, mar de lágrimas, a cargo de Gary Brooker que venía como teclista) o el último de Paul McCartney, en 2004, de Madrid al que venía en plena forma (no como los anteriores de 1992 o 1993 ...).
Sin embargo, hay uno que fue especialmente especial.Lo primero que hay que resaltar es que ocurrió hace treinta y dos años. Voy a hacer un esfuerzo para contar detalles (menos mal que escribí algo en aquella época en el reverso de la entrada), como me pidió el amigo Coco, que ya ha encargado las entradas para verlos el 17 de Septiembre. Dos fueron las circunstancias que convirtieron en especialmente especial aquel concierto de Supertramp en Barcelona, el 10 de Noviembre de 1979.La primera, la aplastante calidad musical. El maravilloso repertorio fue el mismo que el que apareció en el doble álbum "Paris", que grabaron días después de Barcelona. Yo temía que no fuesen capaces de reproducir en vivo el sonido (novedoso en aquellos tiempos) que habían logrado en estudio (¡esas producciones de Ken Scott!), sobre todo el de aquella batería que sonaba (el bombo te golpeaba en el estómago) como grabada en el interior de una catedral. Hay que reconocer que hay grupos que suenan mejor en vivo que en estudio y a la mayoría ni les importa sonar de manera distinta, siempre que suene bien. De todos modos, el sonido fue realmente espectacular, y la "puesta en escena", magnífica. Recuerdo que en un lateral había una sombrilla como la de la portada del "Crisis" y el fondo lo ocupaba una pantalla gigante (ahora parece un detalle superfluo pero fue la primera vez que lo vi) donde se proyectaban imágenes alucinantes para aquella época.
Tocaron temas del "Crime of the century", del "Crisis what crisis","Even in the quietest moments" y del "Breakfast in America", que es el que venían promocionando. Tengo un especial recuerdo de School (el solo de piano más emocionante del mundo), Dreamer, Rudy (con el vídeo clásico del tren), A soapbox opera, etc... pero la que me más me impresionó fue Hide in your shell. Recuerdo que me fascinó, sobre todo, la voz de Roger Hodgson y su faceta como guitarrista. Pero los otros cuatro estuvieron, también, geniales. (Más detalles técnicos en Wikipedia, como diría el amigo Joserra)



La otra circunstancia fue la manera en la que conseguimos las dos entradas (venía conmigo mi entrañable amigo Alfonso, de Llodio, ¿qué será de él?) para el concierto. En esa época estábamos haciendo la mili (esa sí que era puta) en Ávila y las posibilidades de gestionar las entradas no eran tantas como ahora. Ya nos había pasado unos meses antes con Queen en Madrid. Llegamos a las puertas (sonaba el Get down make love)con algo de retraso pero con toda la ilusión del mundo y no nos dejaron ni acercarnos unos grises a caballo (¡cómo acojonaban!).
A pesar de que habíamos oido que estaban agotadas las de los tres días (jueves, viernes y sábado), mi amigo Alfonso y este que escribe decidimos aventurarnos (con aquella edad...). Aprovechamos el coche de unos compañeros catalanes que iban a pasar el fin de semana y cuando nos dimos cuenta estábamos en las puertas del Palacio de los Deportes (finalizando la actuación) donde ya habían actuado el jueves y ese bendito viernes. Preguntamos y ¡horror!,no había rastros de entrada por ninguna parte (ésto me suena). La noche, que ya era horrible porque hacía frío, viento y no paraba de llover, se presentaba chunga. Dimos varias vueltas alrededor del Palacio y desesperados, le preguntamos hasta a los guardias que había por las inmediaciones. Nada de nada.¡Qué palo!
Empiezan a abrirse las puertas y a salir la gente, seguimos preguntando:-"imposible,tíos". Lo peor es que escuchábamos los comentarios alucinantes de los que acababan de verlos.
Mientras seguíamos indagando desesperadamente, se empezaban a quedar despoblados (huyendo del clima horrible) los alrededores del recinto. Más vueltas hasta que...-"Oye, Alfonso, aquel autobús es en el que viajan los de Supertramp" (Yo lo había visto en un reportaje publicado sobre la gira).-"Vamos a acercarnos".Con el rollo de la lluvia no quedaba nadie por allí. Al llegar, sobre la parte trasera del elegante autobús, veo una mano saludándonos (sólo estábamos nosotros, empapados). -"¡Hostia, Alfonso, ese es Roger Hodgson!" (mi amigo no había visto una foto de él en su vida). A partir de este momento mis piernas no dejaron de temblar hasta varias horas más tarde. Lo primero que pensé (ni autógrafos ni fotos):las entradas. Reaccioné rápidamente y saqué un trozo de papel (el permiso de fin de semana) y le escribí:"¿Podrías ayudarnos?" y se lo puse sobre el cristal de su ventana que obviamente estaba cerrada. El hombre (confieso que en aquella época estaba en una fase de completo enamoramiento supertrampero lo que me ponía aún más nervioso y ya me temblaban también las manos y el resto de órganos) se acercaba para leer el papel pero con la asquerosa lluvia parecía más bien un churro. Cogí otro papel y lo mismo. Imposible leer el mensaje. Hasta que...me hizo una señal para que me acercase a la puerta. Mientras caminaba vi a Rick Davies en el primer asiento con muy mala cara (después me explicaron que no estaba satisfecho con el sonido) y me puse aún más nervioso. A partir de aquí todo fue como un sueño (menos mal que tengo a Alf como testigo). Roger le pidió al chófer que abriera la puerta y me invitó a subir.(Alfonso, ni me acordaba de él, se protegió en un portal todo el tiempo y desde el cual observó la escena absorto y atónito).
Sería de capullo intentar recordar todo lo que pasó dentro del autobús pero lo que más me impresionó y que aún permanece en mi ajada memoria fue el trato tan cariñoso y amable que me dispensaron, sobre todo Roger y John A. Helliwell. Benberg y Davies estuvieron más distantes. Thompson no apareció durante todo el rato (según Alfonso más de una hora) que estuve en el autobús. A Roger, que me presentó a toda la trupé (viajaban con mujeres e hijos), le llamó la atención cuando le dije que era soldado y en qué condiciones, y se extrañó y se compadeció cuando le expliqué qué lo era a la puta fuerza (si no, cárcel). Les comenté que venía desde muy lejos para verlos (creo que por eso me escribieron en mi agenda "Gracias por venir") y que no tenía entradas. Me dijeron que estaban esperando al road manager y que él tendría algunas. El pobre (me demostró que era un santo) me ofreció hasta dinero (os lo juro) pero yo le dije que sólo necesitaba las susodichas. Mientras me firmaban los autógrafos (Benberg pasó y yo de él), charlamos sobre mis canciones favoritas (siempre he comentado que le hablé de A soapbox opera, de School, de Ain´t nobody but me y otras). Me dió tiempo hasta de preguntar a Roger Hodgson (¡hay que ser gilipollas!) sobre Los Beatles, y sí, claro que le gustaban...Recuerdo que se interesó sobre la situación política en España y por Madrid, donde actuaban días después.
El caso fue que cuando llegó un señor trajeado con un fajito de entradas (divinas) le pidió una y me la dió (menos mal que me acordé de Alfonso, que seguía inmóvil cual estatua en el portal, y me dió otra).Si no fuera por Alf y porque lo hemos contado cientos de veces, seguramente que no recordaría tantos detalles. Pero aquella hard day´s night fue de las memorables y el concierto del día siguiente, con todas las emociones vividas, especialmente especial. De hecho, no suelo conservar las entradas pero ésta... ahí la tenéis (gracias a mi amigo Kinkspain por los escaneos).
PD:La voz de Hodgson cuando habla es la misma que cuando canta...

12 comentarios:

Coco dijo...

Una historia para recordar, para contar, y para hacernos morir de envidia a todos los que nuestra afición por la música va un poco más allá de escuchar discos.
School, Hide in your Shell, Rudy, Crime of the Century, A Soapbox Opera... me acompañaron en una etapa de mi vida que te marca para siempre, después vinieron otros, sobre todo ese primer concierto de U2 que con 16 años se te queda clavado, pero el primer amor... ya se sabe. De vez en cuando recurro a ellos y me hacen sentir un adolescente, y después de tantos años, todavía se me pone la carne de gallina con más de una docena de canciones. Curiosamente los álbumes que peor han envejecido son los primeros (a pesar de que tienen un encanto especial) y los últimos, pero la terna “Crime of The Century”, “Crisis, What Crisis?” e “Even in The Quietest Moments” son puro beluga. Ahora mismo tengo la necesidad de escucharlos, posiblemente uno detrás del otro, y será inevitable que no me acuerde de la historia de un militar haciendo señas al autobús de Supertramp y lo que vino después... Supongo que el 17 de septiembre me acordaré de ti, pero soy consciente de que su momento fue hace 32 años, no estará Roger y, a pesar de ello, espero que Rick rompa con el pacto que tienen de no interpretar sus canciones en directo.
Gracias por compartirlo con todos nosotros, estas son las cosas que hacen de este mundillo algo mágico, y no quien era el bajista o el productor de un disco en concreto, que como bien dice Rodri, para eso están las enciclopedias.

Paco dijo...

Aunque, como bien dices, el tiempo ha hecho mella, jamás podré olvidar lo que significaron para mí (¡qué emoción las primeras escuchas de School, If everyone was listening,From now on,...!).Esos discos que nombras aún se dejan escuchar (expresión lugareña).Seguro que te lo pasas bien aunque no esté el de aquella época.Tienen para confeccionar un excelente repertorio.¡Disfrútalo!

vikingo dijo...

Entrañables y envidiables recuerdos Paco. Y de como en la cima de la fama personas como Roger Hodgson tienen la delicadeza de invitar a un desconocido a su autobus para charlar con el. Creo que a el tambien le serviria de terapia el pararse a hablar con un fan desconocido para mantener los pies sobre la Tierra.
A mi de Supertramp me gusta todo, bueno algunos mas y algunos menos, pero como tengo alma de coleccionista, cuando escucho algo que me gusta, quiero conseguirlo todo. Asi que yo tambien coleccione todas esas cintas de cassette de Supertramp. Entonces llamabamos a sus discos por su portada, "el de las tetas", "el del piano", "el de la sombrilla"... Como digo me gustan todos, cada uno tiene su cosilla pero me quedo con esa trilogia "el de la rejilla", "el de la sombrilla" y "el del piano".
Muchas gracias por compartir tu asombrosa vivencia. Un abrazo.

charomontiel dijo...

He tenido que llamar a mi padre cuando he leido esto, no me lo puedo creer! en serio, no me lo puedo creer! madre mía! qué suerte! hoy día es casi imposible colarse de esa forma para conocer a los artistas....créeme, lo he intentado unas pocas veces cuando ha merecido la pena!
Impresionante anécdota! qué maravilla que pudieras hablar con ellos y que fueran tan majos con vosotros!
Siempre me han gustado, ya sabes...es un grupo de esos que van junto a The Beatles, The Rolling y demas....los conoces desde siempre y desde siempre los adoras, qué remedio! su música no deja alternativa!
Os deseo unas buenas vacaciones, ya mañana mismo veo por fin a mis padres despues de un tiempo considerable y vuelvo a mi tierra, qué ganas!
Un beso, y que sepas que aun no salgo de mi asombro! no entiendo como mo padre nunca me contó que conocías al grupo que tantas veces hemos escuchado juntos y comentado.
Un beso muy fuerte.

Benet dijo...

¡Ostras!¡Qué historia! Muy interesante tu post.

Un abrazo

Paco dijo...

Gracias, Benet, creo que es bastante ilustrativa para saber un poco más de Roger como persona, porque como músico ya lo conocemos por su impecable obra, con o sin Supertramp.
Un abrazo.

Naomi dijo...

Madre mía... Me quedé sin palabras!! Cuando leí que aquel que os saludaba con la mano era el mismísimo Roger... casi me da un mal... jajajaja Me lo imaginaba y todo! Tuvo que ser una experiencia inolvidable por lo que veo... y además tanto sufrimiento para llegar a ver el concierto, valió la pena con creces!!! Ojalá me pasase algo parecido a mí!! pero como en mi generación no encuentro buena música, mi pasión son los 60, 70 y 80. Y claro! A ver como me las apaño para ir a ver a mis grupos favoritos antes de que se hagan demasiado viejinos los pobres!! Jajajaja

Un saludo Paco!! Me ENCANTÓ tu anécdota!

PD: Me alegra saber que en directo son increíbles! (Aunque no lo dudaba!!)

Paco dijo...

Gracias por pasarte, Naomi. La verdad es que en ese viaje todo nos salió redondo. Igual algún día te pasa algo parecido.
Recuerdos de un viejuno...
Abrazo.

Ana Lopez dijo...


Acabo de encontrar esta cronica,me ha emocionado saber esta historia, aunque no me ha sorprendido, Roger siempre tan amable y cariñoso con sus fans. Cuantos debieran tomar ejemplo, pues no hay que olvidar que esto que cue tas pasó en los momentos de mas fama del grupo, lo cual aun le da mas valor.
Os invito a todos los que gusteis de la música de Roger Hodgson a uniros a mi Fan Page en Facebook, Roger Hodgson Spanish Friends Club, donde con vuestro permiso he puesto el enlace para que todos lo puedan leer. Gracias!
Todos los que aman su música son bienvenidos aqui.
Os espero a todos
un abrazo
Ana Lopez - RH Spanish Friends Club
https://www.facebook.com/pages/ROGER-HODGSON-SPANISH-FRIENDS-CLUB/107841509303593

Candy dijo...

Me he quedado de piedra !!, que historia más bonita...
Muchas gracias por compartir tan emocionantes momentos, y sobre todo por expresarlo de esta forma tan directa y simpática.
Recibe un fuerte abrazo....
Candy

Paco dijo...

Muchas gracias, Ana y Candy, por vuestra cariñosa visita. Me ayudáis a no olvidar aquella noche mágica. Un placer compartirla con vosotros.
Saludos.

jose luis dijo...

Me quede con las ganas de asistir a aquel concierto de Barcelona, algunos de mis compañeros si estuvieron. Hacíamos la mili en Bilbao un año dificil.